La base militar estadounidense Ramstein es un centro neurálgico para la preparación y realización de ofensivas de guerra violatorias del Derecho Internacional. La mayoría de operaciones con drones de guerra de los Estados Unidos que terminan con resultados mortales, se lleva a cabo a través de la estación transmisora satelital de la base aérea Ramstein. Algunos de los países y regiones que han sido víctima de estos ataques son Irak, Afganistán, Pakistán, Yemen, Siria y África.
Los pilotos de drones estadounidenses ubicados en diversas bases militares utilizan a Ramstein para dirigir estos drones asesinos en el marco de operaciones de guerra ilegales a nivel mundial. Desde Ramstein alrededor de 650 empleados y empleadas analizan, actualizan y transmiten permanentemente toda la información relacionada con el seguimiento que se le hace a las personas que posiblemente pudieran convertirse en objetivos de estos ataques.
En Pakistán, Yemen y Somalia el Gobierno de los EE.UU. ha asesinado a casi 5.000 personas de manera extrajudicial a través del uso de drones. En la guerra de Afganistán asesinó a 13.000. Son incontables las víctimas de drones estadounidenses en Irak, Siria y Libia. La mayoría eran personas no implicadas de manera directa en el combate como mujeres, niños y personas de edad avanzada. Las órdenes de asesinar se transmiten de manera remota a través del repetidor satelital de Ramstein hacia los drones respectivos. Sin Ramstein la guerra de drones se vería obstaculizada de manera sensible por un tiempo indefinido.
De igual manera Ramstein jugó un papel vital a nivel logístico en la realización de la atroz guerra de los EE.UU. y la OTAN en Afganistán, así como en la guerra de ofensiva de los EE.UU. en contra de Irak. También en el caso de intervenciones militares de los EE.UU., incluidas las posibles operaciones en las fronteras con Rusia con las que hoy se amenaza, Ramstein sería de carácter indispensable.
Los componentes del sistema antimisil de los EE.UU. están estacionados en diversos Estados de la OTAN. Una de sus centrales para la recepción de órdenes está integrada en el llamado AIRCOM (Comando aéreo de aliados), el cuartel general de todas las fuerzas aéreas de la OTAN, cuya ubicación principal es dicha base aérea estadounidense en Alemania.
El asesinato extrajudicial de ciudadanos y ciudadanas de otros Estados en sus propios territorios representa una violación no sólo de la Declaración de los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas y del Derecho Internacional, sino también de nuestra constitución cuando estos crímenes parten de territorio nacional alemán. Ésto no lo podemos seguir tolerando! Ni el accionar ilegal de los EE.UU. en Alemania, ni sus crímenes violatorios del Derecho Internacional desde territorio alemán, ni tampoco el respaldo del Gobierno nacional alemán a éstos.
Es por ello que le exigimos al Parlamento y al Gobierno de Alemania que se le prohiba a los EE.UU. la utilización de Ramstein como base para la guerra con drones. Igualmente exigimos el cierre de la estación transmisora satelital. Demandamos también que el ejército alemán se abstenga de adquirir drones de guerra y que en general se proscriba la incorporación de robots de uso militar en las fuerzas armadas. Además demandamos que se ponga fin a las prácticas ilegales de seguimiento, que realiza la Agencia de Seguridad Nacional de los EE.UU. (NSA) en conjunto con el Servicio Federal de Inteligencia de Alemania (BND), para las cuales Ramstein es un punto clave.
Sin compromiso personal, sin movilización y sin acciones de protesta no será posible detener tan peligrosa política militar del Gobierno de Alemania y las acciones de guerra de los EE.UU. y la OTAN.
En ese sentido, en el marco de una campaña más extensa y a largo plazo, hacemos el llamado a participar en la marcha y en la concentración frente a la base aérea Ramstein.
